jueves, 26 de agosto de 2010

Saludo del Movimiento Universitario de Izquierda (MUI) de la Universidad de Concepción *

Compañeras y compañeros:

Recogiendo la experiencia de estos 45 años de ejemplo de lucha y consecuencia revolucionaria, es que nos damos tribuna en este día para homenajear al MIR, pero este homenaje saturado de memoria no pretende ser solo eso, queremos llenarnos de confianzas pasadas para darle continuidad al proyecto revolucionario, y que éste desborde la mera consigna para ser el sostén práctico de nuestra cotidianidad y andar en la lucha justa por la dignidad y el poder de los pobres del campo y la ciudad.

Es por ello que desde la profundidad de nuestras aulas y contra la actual dispersión de los estudiantes, atomizados por la alienación conjurada por el capitalismo globalizado, surge desde el seno de las luchas estudiantiles el Movimiento Universitario de Izquierda, este viejo y nuevo espacio. No creemos, y somos convencidos de esto, de que haya que inventar todo nuevamente, esto equivaldría a decir que quienes estuvieron antes que nosotros fracasaron totalmente, que estuvieron totalmente equivocados, que las luchas históricas de este pueblo han sido inútiles y estériles. Inventar todo de nuevo significa borrar la memoria y trayectoria del pueblo.

Esta vieja y nueva tarea se funda en los mismos anhelos de Miguel, Luciano y Bauchi, crear un movimiento universitario de izquierda que de vitalidad y protagonismo a los estudiantes, que se convierta en una corriente con vocación de poder, que desplace a los momios, reformistas y vacilantes de nuestra Federación y que lucha concientemente por una universidad al servicio del pueblo y los trabajadores. El proyecto es difícil, el camino pedregoso, pero paso a paso se abren nuevas ventanas que dan luz a la conciencia del estudiantado. Como se ha señalado “varios son los golpes” pero como dijo el “Coño” Villabela:
“Todos los compañeros que han caído y que aún caerán tienen en la juventud y en la niñez la seguridad de no haber caído en vano, pues el socialismo será construido por personas que conocieron lo duro que es lograr la libertad de los pueblos”.

Hoy, en un contexto represivo, donde por ningún motivo se permite la contrariedad al credo neoliberal, controlado por los medios de comunicación de masas dependientes de quienes ostentan el poder y las grandes riquezas de éste país, que usurpan y explotan ignominiosamente las tierras ancestrales del Pueblo Nación Mapuche, que lucran con la educación, que roban los recursos naturales y asesinan a trabajadores en sus minas, que con sus santos, cruces y rosarios reproducen y preparan en sus colegios y universidades a las nuevas generaciones de explotadores y gobernantes, nosotros los estudiantes levantamos las banderas del MUI, para impulsar y elevar la conciencia del estudiantado, luchando por una educación estatal, laica, gratuita de excelencia e igualitaria, para fortalecer la alianza obrero-estudiantil haciendo política de clase y transformarnos en actores principales gestores de la revolución.

“Es preciso tratar de explicar por que el mundo de ahora es horrible, sólo es un momento en el largo desenvolvimiento histórico, que la esperanza ha sido siempre una de las fuerzas dominantes de las revoluciones, y que abrigamos todavía la esperanza como nuestra concepción de futuro”

Compañeras y compañeros, reciban de parte del Movimiento Universitario de Izquierda de la Universidad de Concepción un caluroso y fraternal saludo y el compromiso de avanzar sin claudicar.

Con el ejemplo de Luciano, Bauchi, Miguel, Hermanos Vergara y tantos otros
Lucharemos ¡Hasta Vencer o Morir!
Barrio Universitario, 19 de Agosto de 2010

* Aclaramos que el MUI de la Universidad de Concepción, que nos hizo llegar este saludo el año 2010, no corresponde al que desde mediados del 2011, levanta banderas con el mismo nombre en esa casa de estudios.
Por lo anterior, anexamos un breve comunicado con fecha del 25 de abril de 2012, realizado por nuestra militancia, en donde se hace referencia a este tema: http://mirsur.blogspot.com/2012/04/una-aclaracion-necesaria.html

Una reseña histórica del MIR

Desde 1965 hasta fines de los 80´s:
Invierno de 1965 y una juventud que maduraba física y políticamente deciden decir basta a una forma “tradicional” de hacer política.
Dicen basta a un cúmulo de experiencias sectarias que venían surgiendo en el seno de la izquierda; y de la mano de algunos militantes con más experiencia fundan el movimiento de izquierda revolucionaria (MIR).
En toda la historia de la izquierda chilena, jamás se había fundamentado una organización que recogiera en su quehacer el carácter político-militar de la misma.
Si bien, los primeros años se caracterizaban por un desorden interno, propio de la falta de experiencia, lo que en palabras de Miguel se traduciría como “una bolsa de gatos”, no se perdía el norte, e impulsando una política revolucionaria que sería recogida por los pobres del campo y la ciudad, la organización se convierte en una fuerza política dentro del espectro de la izquierda clásica chilena.
Surgen avances significativos, se logra ganar una federación que históricamente estaba en manos de otros sectores, también se cometen ciertos actos que llevan a la militancia a una primera clandestinidad, pues es secuestrado el periodista Mauricio Osses y dejado al desnudo fuera de la casa del deporte cuando finalizaba una fiesta universitaria, periodista que fastidiaba permanentemente a la nueva y joven organización.
Cuando la izquierda tradicional alcanza el triunfo de la mano de Salvador Allende, se libra de cargos a la organización, esta a su vez, reafirma su posición combativa y se compromete a brindar un apoyo critico al nuevo gobierno.
No eran tiempos más fáciles, los partidos hegemónicos de la Unidad Popular, temblorosos, intentaban disputar todos los espacios en donde creciera este poder popular autónomo a los poderes del estado. Causando mucha molestia, el MIR se abría camino defendiendo a los más pobres del campo y la ciudad, con el impulso de los frentes de masas. Entre ellos destaca el Frente trabajadores Revolucionarios (FTR); Movimiento de Campesinos Revolucionarios (MCR); Frente Estudiantes Revolucionarios (FER) o MUI (Movimiento Universitario de Izquierda en la Universidad de Concepción).
Los conflictos fueron a todos los niveles, acusaciones más, acusaciones menos, peleas y abandono de mesas, paneles donde se compartían las propuestas programáticas de la izquierda.
En la Universidad de Concepción, se da muerte por parte de la brigada Ramona Parra perteneciente al Partido Comunista, al compañero Arnoldo Ríos. Otra vez el reformismo cobraba una vida a un compañero. Por otra parte y a nivel dirigencial del PC chileno, los descalificativos para la organización crecían sin medida: afiebrados, aventureros y que se dormía en los cuarteles militares.
-Táctica que permitió a la organización advertir de antemano la contraofensiva reaccionaria- mientras los jolgoriosos acusadores, hacían acuerdo con la Democracia Cristiana, firmaban el plan Millas de devolución de las empresas y levantaban el gabinete cívico-militar.
El MIR era novedoso en todo sentido, recogía la experiencia revolucionaria de Cuba, el ejemplo del Che, y a la vez rechazaba la alineación con las políticas de los socialismos del este.
Era la primera generación que ya en aquel entonces no confundía la organización de vanguardia revolucionaria con una secta hiperclandestina.
Vino lo que todos esperaban, los tanques salieron a defender a los latifundistas, a los patrones y saqueadores de Chile que veían como sus privilegios eran recuperados por la dignidad del pueblo.
Los gorilas ponían de golpe, el fin a un ascenso en la lucha por el socialismo.
La consecuencia mirista procura defender a aquellos que juró defender. “Si todo el pueblo no cabe en un avión ningún militante del MIR se asila”.
Esta muestra de consecuencia, de vivir como se dice, se traduce en golpe tras golpe para nuestra organización y el conjunto del pueblo.
Muchos compañeros pagaron con su vida el compromiso, pero eso tampoco fue motivo para organizar la resistencia.
Replegados en poblaciones, fundos, fabricas, liceos y universidades, los miristas desde el primer día se pusieron en disposición de combate, y junto al conjunto del pueblo, lograron poner en jaque a la dictadura, romper el miedo y el cerco comunicacional impuesto, mientras los reformistas de antes hacían acuerdos para caer en gracia en una concertación que daba sus primeros pasos.
Tenemos en los ochenta las experiencias guerrilleras de Neltume y Nahuelbuta, la operación retorno, la lucha en las poblaciones, en los liceos y universidades.
Tenemos el ejemplo de esta indómita zona sur, en donde los ojos de los poderosos pusieron sus ojos ante la amenaza de un levantamiento popular en esta región, así, en momentos en que la represión imponía su mano de hierro, logran desbaratar una tras otra dirección. Sentido es todavía el ejemplo de los compañeros que encontraron la muerte en el sector de la feria en agosto del 1984.
Y así tantos otros que pusieron el cuerpo contra la dictadura y las manos para levantar una conciencia política que pusiera fin a la dictadura gorila y que abriera el paso a la sociedad socialista, pero los aprovechados de siempre, oportunistas politicastros, reformistas y no tanto querían otra cosa; optando así por la salida concertada, armando un negocio y amarrando leyes que hasta el día de hoy mantienen los privilegios para una minoría, para los saqueadores de Chile.
Así, en los albores de los noventa, el MIR rechaza de plano cualquier acuerdo conciliatorio con las clases dominantes, se vuelve nuevamente al pueblo con el ejemplo y la dignidad de siempre.
Viriato
Década de los 90´s:
Los 90 son tal vez, en términos orgánicos, la década mas desconocida del MIR, lo cierto es que para fines de los 80 esta orgánica estaba destrozada, sus esquirlas habían saltado por todo el país, regándolas en infinitas fracciones y grupos. El drama no era exclusivamente orgánico, más triste aun, sus heridas hacían añorar el pasado, buscar en la simbología, en sus muertos, el mito desgarrado.
Desde ese punto se comenzó la reconstrucción y refundación en tiempo donde ya no existían grandes luminarias. Con ganas y con mucha fuerza, y por que no decirlo, sin viejos mariscales que no solo bajaron las banderas, sino que también intentaron hundir la embarcación.
En los 90 se continuo construyendo organización para la guerra contra el capital, una generación joven, acompañada de viejos honestos y de base, críticos al punto de que ya leían las concesiones y retrocesos del proceso cubano, y que hacían lucida síntesis de los llamados socialismos reales, se volvió a la cuna que vio nacer al MIR, a las entrañas del Pueblo Pobre y del Pueblo Nación Mapuche. Desde allí y desde la síntesis hecha en el congreso “Comandante Mario Vásquez”, volvió a nacer un relato que hace identidad, un discurso que convocó a los marginados, una caja de herramientas puesta al servicio de los insumisos para volver a soñar, una Bitácora para dar cuenta del viaje de los explotados durante un siglo, y que fijaba coordenadas hacia el socialismo, que ya no puede ser a secas, pues como muchos hoy reconocemos, debe ser ecológico, multiétnico, y profundamente libertario.
En la década en donde el MIR se dotó de un Ejercito Guerrillero de los Pobres, al mismo tiempo que promovió la génesis de colectivos autónomos de la institucionalidad y del pensamiento dominante, sin duda que este hizo un gran aporte a la construcción de un pensamiento revolucionario, intentó un regreso al pensamiento primigenio del mirismo, construyó una orgánica reflexiva, crítica, iconoclasta, pero también cometió grandes errores y entregó a muchos de sus preciosos hijos a la historia de las luchas del pueblo. Ejemplo y experiencia para la nueva generación de la construcción del proyecto revolucionario en Chile.
Mario
Desde el 2000 al presente:
Los esfuerzos de los 90s, de la caja de herramientas, de la Bitácora, tienen como resultado la influencia para toda una nueva generación de revolucionarios guiados por la tradición y consecuencia mirista.
Como pueden ver, no fueron en vano los esfuerzos y el recambio generacional le da vitalidad y rejuvenece una matriz, que años anteriores, se veía muy dispersa.
Junto con esto, el nuevo flujo de movimientos sociales, de descontento organizado, que tienen como protagonistas a los estudiantes, pobladores, trabajadores activos e inactivos, reafirma la necesidad de un proyecto político revolucionario, reafirma la necesidad de una vanguardia política que le de conducción de nivel superior a todas las formas de lucha. Para eso, nos propusimos la tarea de construir esta organización desde lo más básico.
Todo estaba por hacerse, y como la antigua generación, nos dispusimos nuevamente a organizar el movimiento de izquierda revolucionaria, porque el proyecto no se ha terminado.
Los golpes fueron duros y certeros, más vendrán, tenemos que estar preparados, pero asumimos el riesgo, por sobre todo asumimos el compromiso con los pobres del campo y la ciudad. Hoy, como nunca en la historia post dictadura un MIR se ha hecho tan necesario y urgente.

Somos la nueva generación para la continuidad del proyecto revolucionario de Chile, somos el MIR, luchamos para vencer.

Nadie nos dará segundas oportunidades,
Nadie nos otorgará el derecho de la duda,
Pero nadie nos trancará el paso.

Viriato y Mario

martes, 24 de agosto de 2010

SALUDO DEL ZONAL SUR, A LOS 45 AÑOS DEL MIR JUNTO A LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO DE CHILE

A los trabajadores, pobladores y estudiantes.
A los compañeros y compañeras de organizaciones sociales.
A los compañeros y compañeras de organizaciones políticas hermanas.
A los compañeros y compañeras simpatizantes, colaboradores y ayudistas.
A los compañeros y compañeras militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Estimados hermanos de clase

La historia muchas veces nos pasa por delante e impertérritos admiramos las luchas dispersas de nuestro pueblo sin lograr intervención alguna en aquellos esbozos de la lucha de clases.

Cuántas veces nos hemos quedado en la vereda de la historia, soñando con la fuerza inexistente, no sólo elucubrando con nuestra fuerza y el nivel del sujeto que despierta por todos lados, pero que no se configura como quisiéramos.

Aquí estamos hoy a 45 años que cristalizara la unidad revolucionaria a partir de un grupo de veteranos de las luchas sociales y la juventud revitalizada por la revolución cubana y las nuevas formas de hacer política, que dejaba atrás la viejas prácticas de la izquierda tradicional y ponía a la orden del día la lucha por el poder, y la construcción de la sociedad socialista cuyo sujeto histórico estaba conformado por los productores y los pobres del campo y la ciudad.

Pero eran los sesenta, aquellos años donde los pueblos del mundo alzaban su voz, asumían la lucha emancipadora y de liberación nacional, la historia caminaba a nuestro lado.

Hoy queremos recoger ese legado extraordinario de trabajadores, mapuches y campesinos, de aquellos compañeros anónimos que impulsaban a pinceladas la libertad.

También queremos recordar a nuestros compañeros caídos, a nuestros compañeros que cayeron en la tortura, a nuestros hermanos que cayeron en el combate, a nuestros hermanos encarcelados ayer y hoy, a los que cayeron en la reconstrucción de la esperanza, a aquellos que dieron los esbozos del nuevo camino levantándose desde las cenizas de la derrota.

A aquellos que no lucraron de la revolución, a aquellos que no aplastaron la racionalidad crítica al interior del partido, a aquellos que no levantaron su negocio personal a partir de las redes heredadas de la lucha.

La derrota de una lucha desigual, absolutamente desigual, no puede ser confundida con la derrota del proyecto de emancipación humana que encarnaron nuestros predecesores, proyecto fracturado y golpeado pero en ningún caso olvidado.

Hoy la vigencia de ese proyecto, es más necesario que nunca, la coyuntura histórica nos exige la necesidad de reconstruir el nuevo megarelato de la sociedad futura, el socialismo a secas no basta, hay que incorporar y alimentar ese proyecto, esto exige niveles de compromiso superiores, exige una juventud proactiva, dinámica, estudiosa y conspirativa.

Creemos que el proyecto del MIR tiene absoluta vigencia, más aún hoy en la barbarie del capital, en donde la codicia violenta los cuerpos cotidianamente. Los ejemplos están ahí en el norte, los trabajadores de la minería enterrados en los socavones, no de la madre tierra, sino en la miseria humana, de la acumulación a todo costo.

Los eventos de la naturaleza desnudaron al estado policial, garante de la rentabilidad de las transnacionales y el empresariado nacional, desnudaron los 20 años de gobierno concertacionista, de corrupción con tremendo desparpajo e impunidad garantizada, crecer con equidad justifico los millonarios negocios de las concesiones, y más aún, al gobierno ciudadano de Bachelet, que agusanado se caía a pedazos y terminó con los militares en las calles, dirigiendo algunos trabajos, y a cargo de miles de hombres y mujeres en programas de empleo.

Que imagen más nítida del gobierno ciudadano, fantasía de democracia.

Nuestra organización se nutre hoy en día de mucha juventud, y justamente ese es uno de los ejes de reconstrucción de la fuerza que el proyecto revolucionario requiere, el vigor y la osadía juvenil. Una nueva generación para la continuidad del proyecto revolucionario en Chile.

Sabemos que quedan grandes desafíos, el reencuentro con nuestro pueblo, la interacción en la lucha cotidiana, reconstruir ese tejido social que cortaron a sangre y fuego, pero las condiciones están, la actual coyuntura genera posibilidades de revertir la dispersión y las luchas mezquinas.

Ahora es cuando la alternativa revolucionaria debe consolidarse, crecer y desarrollarse.

¡Es luchando como avanza el pueblo!
Alternativa revolucionaria ¡Ahora es Cuando!
¡Sólo la lucha nos hará libres!

Dirección Zonal Sur
Movimiento de Izquierda Revolucionaria

MIR

Concepción, Barrio Universitario, Agosto 19 de 2010.