Agosto es un mes muy significativo para la izquierda
revolucionaria, este 15 de agosto se cumplen 43 años desde que un grupo de
antiguos luchadores sindicales, provenientes de diversas corrientes
revolucionarias, liderados entre otros por Clotario Blest y descontentos con el
actuar político electorero, oportunista y conciliador de la izquierda, sumado a
una nueva generación de jóvenes como Luciano, Miguel y el Bauchi, influenciados
por la revolución cubana dan origen al MIR.
Consejos Estudiantiles, colectivo político estudiantil de la
Universidad de Concepción saluda de manera afectuosa, alegre y cargada de
emoción a este gigante de la de las luchas del pueblo y de la futura revolución
chilena y latinoamericana, a todos aquellos que a través de distintas
generaciones han dado vida a esta organización que hoy es tan necesaria como
ayer, saluda a aquellos que entregaron generosamente sus vidas en una lucha que
esta lejos de terminar: la de los explotados contra los explotadores, la de los
pobres del campo y la ciudad contra los dueños del poder y la riqueza.
Saludamos a ese MIR que “tiene rostro curtido y manos encallecidas, voz de
pueblo y fortaleza de su juventud. … en donde no tienen cabida los ex, los
renovados, los tránsfugas, los empresarios de izquierda, los faranduleros y
menos los traidores”.
Creemos que es el momento de levantar y volver a aceitar los
engranajes de la máquina de guerra llamada poder popular, gran acierto del
mirismo, pero no bajo los cánones corrosivos de un recetario estalinista de
bolsillo sino que en base a un fundamentalismo revolucionario, es decir la
génesis valorica y moral que convirtió al poder popular en una de las
herramientas de acción política más importante en la historia del movimiento popular
chileno, apuntando desde luego a las nuevas formas estratégicas y tácticas de
acción política que el futuro presente nos exige.
Por lo pronto vaya este humilde saludo desde esta expresión
rojo y negra del pueblo, que cree en la necesaria organización de los pobres y
marginados de la sociedad que sea capaz de impulsar el poder popular, cuya
esencia y substancia no está marcada ni determinada por un discurso por muy
revolucionario que éste sea, sino que por una práctica cotidiana y permanente
allí donde nuestro principal enemigo, es decir el capital-imperio da sus más
certeros golpes (cesantía, hambre, miseria, control, represión, etc) y donde el
reformismo, ese enemigo rastrero que, como dijo Bauchi, “más que combatir
debemos superar”, nos espera incubando la bacteria del retroceso (discurso
mentiroso, consenso, colaboración de clase). Es allí, en el campo popular, en
donde nace este poder, el cual no se construye para ser cooptado ni gestionado,
sino que es un poder que nace para ser ejercido.
Estudiar, Luchar y Vencer.
Consejos Estudiantiles CC.EE.
Concepción, Agosto de 2008
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